ACUERDATE DE ENGRANDECER SU OBRA

12/7/09

“Acuérdate de engrandecer su obra”

“Acuérdate de engrandecer
Su obra, La cual contemplan
Los hombres”
(Job 36:24)


A menudo leemos sobre el pueblo de Israel, y sobre todo lo que el Señor hizo con su nación escogida, allí acudimos al Génesis donde vemos la vida de Jacob, un pecador empedernido, Abraham que hizo pasar a su esposa por su hermana, pero que a pesar de todo lo que ellos podían hacer siempre eran bendecidos y hasta el día hoy, por mas que intenten destruir y matar al pueblo de Israel, no han podido por que siempre Dios les libra y les bendice ¡Oh no hay pueblo igual de bendecido que el pueblo judío!.

Llegamos al Éxodo y vemos ya a Moisés y la benevolencia de nuestro Dios por su pueblo que clamaba por ayuda al cual lo saco de la esclavitud e Egipto. Me gustaría poner énfasis en el para que los saco de allí, por que seguiremos con la historia de Israel hasta llegar a Hageo, pero no quiero por ningún momento que se pierda o se vaya de su mente el propósito con el que Dios saco a su pueblo de allí. (Éxodo 4:22-23) El único propósito con el que Dios libero a su pueblo fue para servirle, salieron al desierto con una esperanza, con la esperanza de llegar a la tierra prometida, pero antes de llegar a aquella tierra donde fluye leche y miel, DEBIAN SERVIR, no hay otra cosa que valga la pena, no existe otro motivo por el cual debemos vivir, nada tiene mas valor que el propósito con el que Dios nos saco de la esclavitud de Egipto, si no el servir.

Entendiendo esto, seguimos avanzando, después de Moisés, encontramos toda una historia de pecado en Israel y millones de oportunidades por parte de un Dios misericordioso como el nuestro, yo siempre hago énfasis en lo bueno que Dios fue con Israel y en lo mal agradecidos que fueron los judíos. Por que todo les fue dado en el desierto, todas las herramientas necesarias para pasar aquello les fue puesto en sus manos, nada les faltaba, solo debían servir y cumplir el provisto con el que Dios les saco de Egipto.









Nos acercamos a los tiempos de Hageo, un poco antes Nabucodonosor y su ejercito babilónico había arrasado con la nación de Israel, quemado el muro y todo lo que había a su alrededor y luego de el son los medos y persas quienes toman posesión de Israel, EL PUEBLO QUE ERA LIBRE, VOLVIO A LA ESCLAVITUD.

Sin embargo, el Señor siempre da otra oportunidad y allí Darío rey de Persia movido por el Señor fue el que suprimió la ley que prohibía a los judíos reconstruir el templo, allí surgen nombres como Nehemías, Esdras (cada uno con un ministerio diferente) por que Nehemías estaba encargado de construir el muro, y Esdras el templo, pero el enemigo había hecho su trabajo de buena manera y el pueblo había cesado la reconstrucción, ya nadie hacia nada, ya a nadie le importaba, nadie veía la necesidad, nadie se acordaba que alguna vez el pueblo estuvo animado y Dios les dio otra oportunidad para servirle, nadie se acordaba que alguna vez hubo un Dios al que se debía adorar ni una obra que hacer. Todos vivían de recuerdos.

(Hageo 1:1-15)

El único propósito con el que Dios libero a su pueblo fue para servir, Dios les dio una obra, el privilegio de servirle, la oportunidad de construir un templo para su gloria, ¡PERO SU PUEBLO SE OLVIDO! ¡YA NADIE SE ACUERDA! ¡A NADIE LE IMPORTA! ¡NADIE SE MUEVE! ¡QUE LINDOS RECUERDOS AQUELLOS CUANDO EL PUEBLO ADORABA, GLORIFICABA Y SERVIA UNANIME AL SEÑOR! ¡QUE LINDO ERA EL TEMPLO DE SALOMON! Pero que pena que la casa hoy esta desierta. ¡VAMOS ENCERREMONOS EN NUESTRAS CASAS! ¡PRENDAMOS LA ESTUFA Y SENTEMONOS A REGOCIJARNOS CON UNA MANTA MIENTRAS LA CASA DE JEHOVA ESTA DESIERTA! ¡Mi corazón no me deja tranquilo! ¡Dios reprende a su Iglesia y le dice! ¡YO ESTOY CONTIGO, SIRVEME, GLORIFICAME, ADORAME, LLENA Y EDIFICA MI CASA!

¿Pero y quien se mueve? ¿Quién dice heme aquí? ¿Te acuerdas de los tiempos en que los adultos lideraban? ¿Te acuerdas cuando los jóvenes eran santos? ¿Te cuerdas cuando contábamos las almas de la semana? ¿Te acuerdas cuando mediamos la asistencia?

“Acuérdate de engrandecer
Su obra, La cual contemplan
Los hombres”
(Job 36:24)





Hermano, después de que te afanes por tu trabajo, después de que mimes y sobre protejas y les des harto tiempo a tus hijos, después de que llores amargamente y te amargues por que no te alcanza el dinero o por tus aflicciones, después de que tu sueldo te llegue en saco roto y haya sequía sobre la tierra, después de que consigas todo lo que quieres y hagas todos tu sueños realidad ¿será posible?, ¿cabra alguna posibilidad o quedara algún tiempo en tu agenda PARA ACORDARTE DE ENGRANDECER LA OBRA DE DIOS? ¿Será posible de que ya dejemos de suplicarte que te muevas y que hagas algo mas que diezmar y venir a la iglesia como cual religioso se conforma con venir y nada mas que venir aunque la casa de Dios este desierta?

¿Y QUIEN ENGRANDECERA LA OBRA DE DIOS SI NO SU PUEBLO, SUS HIJOS? ¡DIOS TE LIBRO DE EGIPTO, TE SACO DE UR DE LOS CALDEOS, TE LIBERO DEL MUNDO PARA SERVIRLE, NO PARA CALENTAR BANCAS, ¡SALE A GANAR ALMAS, SALE A TOCAR PUERTAS, VEN AL PULPITO, PREDICA VARON DE DIOS, DIOS NO TAN SOLO TE DIO LA CAPACIDAD DE SENTARTE SI NO QUE TE DIO BOCA PARA HABLAR, PARA ANUNCIAR LAS VIRTUDES DE AQUEL QUE OS LLAMO DE LAS TINIEBLAS A SU LUZ ADMIRABLE, no se ustedes, pero yo quiero engrandecer su obra, ¡SEÑOR ME ACORDE! Yo quiero engrandecer tu obra.

(Hebreos 9:13-14)

Pero perdemos el tiempo con las cosas de este mundo, con las cosas carnales. Nuestros hijos, nuestras esposas y esposos, nuestros trabajos, nuestros anhelos personales, nuestros deseos, cosas que pasan. En el cielo no habrá matrimonio ni yo seré hijo, en el cielo tendré trabajo ni dinero, LO UNICO QUE VOY A HACER EN EL CIELO Y QUE DEBO HACER AQUÍ, ES SERVIR AL SEÑOR Y ENGRANDECER SU OBRA.

(Apocalipsis 7:13-17)

La casa esta desierta, el enemigo ha logrado su propósito, no conformamos en recordar y en artesonar nuestras casas y vidas, con venir y cantar y escuchar un sermón, pero no fuimos llamados a eso, SI NO A HACER DISCIPULOS, A PREDICAR EL EVANGELIO, A ENGRANDECER SU OBRA.
“Acuérdate de engrandecer
Su obra, La cual contemplan
Los hombres”
(Job 36:24)